El doble problema del hombre A lo largo de toda la historia el hombre siempre ha buscado la manera de librarse de su condición depravada. Por una parte, el hombre comprende que su conducta externa no llega a lo que espera su conciencia y la justicia de Dios; por otra, se da cuenta de que dentro de él hay una tendencia constante que le conduce a la concupiscencia, al odio, y a rebelarse en contra de la ley de Dios. Estos dos cosas han estado en el hombre desde el principio de la civilización. No importa la cultura en la cual nace el hombre, siempre experimenta estos dos problemas. Podríamos llamar estos problemas los actos pecaminosos externos y la naturaleza pecaminosa interna. Los actos pecaminosos que un hombre comete exteriormente hacen que su conciencia le condene, mientras que la naturaleza pecaminosa dentro de él le enreda y hace que continúe en su pecado. La intuición del hombre le dice que hay un Dios y que este Dios es justo. El desea conocer a Dios, pero se da cuenta de que